Autor: Fer
La radio ayer, hoy y siempre ha sido una gran compañera de los spankos. Algunas veces no importa mucho el programa que se sintonice, lo importante es que el ruido tapa los sonidos de los azotes, el restellar de una fusta, el sonido seco de la palma estrellándose contra la nalga de la o el spankee.
¿Y qué decir de las protestas, ayes y grititos de la/el spankee?
En los hoteles muchas veces recurrimos a la televisión, algunas emisoras que programan clips musicales hacen las veces de "cubre-ruidos", sin embargo la radio siempre será mejor ya que no distrae con las imágenes televisivas o la fluorescencia propia o bien la luz fría de las pantallas actuales.
La radio ayer, hoy y siempre ha sido una gran compañera de los spankos. Algunas veces no importa mucho el programa que se sintonice, lo importante es que el ruido tapa los sonidos de los azotes, el restellar de una fusta, el sonido seco de la palma estrellándose contra la nalga de la o el spankee.
¿Y qué decir de las protestas, ayes y grititos de la/el spankee?
En los hoteles muchas veces recurrimos a la televisión, algunas emisoras que programan clips musicales hacen las veces de "cubre-ruidos", sin embargo la radio siempre será mejor ya que no distrae con las imágenes televisivas o la fluorescencia propia o bien la luz fría de las pantallas actuales.